sábado, 29 de noviembre de 2008

Bellezas olímpicas



La celebración de las recientes olimpíadas en China fue una oportunidad para ver a los deportistas más destacados del mundo y también para apreciar la evolución que puede experimentar la raza humana en un corto período, desde el evento anterior. A todos ha llamado poderosamente la atención la belleza cierta de las deportistas participantes, a quienes el ejercicio físico a que debieron someterse en cada una de sus especialidades ha perfeccionado sus formas. Luego a la hora de competir se presentaban magníficamente maquilladas y peinadas exaltando de esa manera su natural belleza. Se agregaban los trajes imaginados a todo lujo por especialistas en el diseño de cada uno de los países, en el orden que dictan las modas de cada deporte.

Desde el punto de vista físico ha habido un perfeccionamiento dentro de los parámetros femeninos, probablemente por la proscripción de sustancias que buscaban la musculatura y la pérdida de grasas como sucede con los hombres, que sí se fortalecen desarrollando sus capacidades musculares; comprendiendo finalmente que se acentúan las características diferentes, las de la mujer y las del hombre.

Deteniéndonos en las deportistas, además de lo que veíamos en la televisión, los periodistas hacían ranking paralelos de la belleza, cual de ellas era más notable y desde luego cada uno de nosotros tendremos nuestras preferencias y en algunos casos llegaremos a un consenso. No cabe dudas que el ambiente escenográfico en que las vimos, lo intachable de la iluminación y el color resaltaba las potencialidades que nos hacían pensar en lo bonita que es la vida. Cuerpos que evolucionaron hacia la perfección, rostros que estaban en el máximo esplendor de la juventud. Cuando creíamos que las más bellas era las nadadoras desplazando a nuestras ya conocidas tenistas, aparecieron las gimnastas y las jugadoras de voleibol. Eileen y Alicia me reclaman que los varones nadadores y los atletas de hoy tienen sobradamente los atributos de la belleza masculina, cosa que ellas pueden ver y que yo nunca se aquilatar.

Reiterando algunos de los conceptos anteriores, Lyda me cuenta que las australianas en el básquetbol el diseño de su traje las hizo verse mejores que su contendientes del momento, las norteamericanas. Iván, mi nieto, me agrega que ahora las facciones de las deportistas, como las de Yelena Isinbayeva, la campeona del salto con garrocha, podrían transformarse en “rostros” de las campañas publicitarias de una gran empresa de la moda.

Iván Contreras R.