viernes, 4 de julio de 2008

Otros lugares, otras latitudes - Iván Contreras Rodríguez


Este año hemos tenido un invierno bastante crudo. Pero esta condición palidece ante lo relatado por una dama que vivió un par de inviernos en Coyhaique, ciudad patagónica medio Chile más al sur de Puerto Montt.

A los pocos días de llegar a la Trapananda, el rigor climático la dejó a esta señora sin zapatos, hasta que los lugareños le recomendaran el mejor calzado para la zona, Albano, una marca que ella conocía desde Concepción. Para resistir el frío, y la nieve y la escarcha que hacían las calles resbalosas, encontró así unos verdaderos acorazados con los que venció los pies helados y los resbalones.

Por lo mismo, existe en Coyhaique una verdadera industria de la leña. Unas camionetas recogen por los cerros tocones de ñirres y lengas para abastecer las leñeras locales. Como a un verdadero tesoro se les encastilla para conservarlos. ¿A Ud. no le falta un picador?, pregunta un hombrón que con su hacha recorre las calles ofreciendo sus servicios. Las estufas, muchas a combustión lenta, necesitan limpieza semanal y entonces aparece quien inquiere ¿ Necesita Ud. que le limpie el caño, señora? En cada casa no puede faltar la leña y el fuego debe mantenerse encendido día y noche.

Conocí en persona esta lejana ciudad en época benigna, no en aquéllas en que queda aislada por días al cerrarse el aeropuerto y los caminos están con metros de nieve. Para evitarse las sorpresas en el diario vivir, se construye el quincho para hacer asados en un espacio cerrado y techado. Estuve en un convite en que o nos quitaba el oxígeno el humo de la parrilla, o nos mordía el frío si abríamos la puerta; pero el asado de cordero nos pareció magnífico.

La arquitectura, sin embargo, no siempre estaba de acuerdo con las difíciles condiciones físicas del lugar, levantándose una población en que el esqueleto de madera de las casas sólo era cubierto con planchas de hojalata o fonolita. Las vestimentas deben dejar a un lado las elegancias y se ven las altas autoridades y los comunes habitantes ataviados de gruesos bototos, parkas peludas, guantes y espesas bufandas.

Se trata de otras realidades, de lugares diferentes al nuestro donde los seres humanos resisten estoicamente las lejanías e inclemencias del clima, desarrollando sus tareas con afán y haciendo Chile.

Iván Contreras R
Artista Plástico

Consejos de Don Iván a Puyelli

Pablo Burchard
Ariel: Escribir es un buen ejercicio para la mente y al estar atento a lo que sucede en nuestro alrededor con cierta suspicacia aparecieron algunas frases, hace algún tiempo y revisando unos papeles las encontré. Ahora cuando las leo me parece que las escribió otra persona. ¿ Que siente Ud. cuando lee sus cosas muy anteriores?, ¿No le parece que las escribió otra persona? y sin embargo uno no las encuentra tan mal. O quizás las quisiera corregir......

Cuando veo mis pinturas de décadas atrás por lo general las siento como mías. Y no siento ningun deseo de corregirlas. Un muy buen pintor nuestro- Pablo Burchard- olvidaba firmar sus obras. Si alguien le llevaba una de estas obras para que las rubricara le decía: Déjemela y venga a buscarla la próxima semana ! Cuando llegaba el día de retirarla el propietario recibía una obra totalmente intervenida......

También las normas o convenciones dictan que un pintor no debe restaurar su propia obra dañada. Debe restaurarla un restaurador profesional.

-Cuando la crítica es desfavorable, el artista se resiente un poco y luego la olvida. Cuando es favorable, también la olvida. Yo me olvido hasta de los premios ganados.

-A los que fueron nuestros maestros hay que reconocerlos...nombrándolos.

-Al talento hay que ayudarlo con la técnica. Solo no se sostiene.

-Ver una buena pintura estimula al pintor. Una buena lectura estimula al escritor.

-Escuchar una buena voz hace desear ser un cantante. Una buena lectura hace soñar en ser un escritor.

-Aunque con nuestra profesión creamos obras visuales, no debemos ser tímidos en el escribir y en el decir.

-Quienes tienen genio se cuestionan las rutinas de creación y así encuentran otras nuevas formas de expresarse.

Estuve mirando la nueva página Puyelli, me ecantaron las fotografías y creo que hasta haré unas acuarelitas con los atardeceres. Seguiré mirando la parte literaria.. Saludos a la familia y a su compañera peluda Frida.
Iván Contreras